jueves, 28 de agosto de 2014

ESCALOFRÍOS



Escalofríos

Cada mirada.
Cada roce.
Me aceleraban el corazón.
Era una dulce tortura inalcanzable.

Esos ojos tan parecidos a los páramos.
Tan cautivadores y electrizantes.
Quería poseerlos.
Míos.

Eras como un león enjaulado
en un caja de gatos abandonados.
Eras el Ícaro por el que yo me quemaría,
una y otra vez.

Eras el corazón blindado.
Y yo estaba destrozada.
Y me cautivaste,
hiciste revivir a mi alma.

Y te interesastes por mis ojeras.
Eras tan irreal.
Un semidiós con sus superpoderes.
La excepción en ti,
era que eras tan oscuro como yo.

Porque sin ti los suspiros no existirían.
Eras esa cálida mano que me daba
escalofríos.
Me electrizabas el corazón.

Nos salvamos mutuamente.
Salimos del túnel,
uno en brazos del otro.
Tan juntos,
para siempre.

Nos prometimos la vida eterna.
Un respiro por cada sufrimiento.
Una salvación digna.

Volvimos a vivir.
Todo corazón acaba descongelándose.
Nos lamimos las heridas.
Sanamos el sufrimiento.
Y volamos.

Eramos las espinas de dos rosas.
Sacadas de dicha flor.
Rotos por la decepción.
Aprendimos la melodía
que nos ayudaba a seguir bailando.
Al fin,eramos uno solo.

                                                                                                           Aida Santos Parra




jueves, 14 de agosto de 2014

ELLA



Ella

Ella
De piel blanca como la nieve
Casi translúcida
De pelo castaño como el roble
De profundos ojos tristes

Vacía para los demás
Pero llena por dentro
Esperando a alguien
Que la rescate

Vagando por el mundo
Con sus sentimientos en un puño
Y los pedazos de su corazón en el otro

Solo necesita alguien
Que no la trate como si estuviera loca
Alguien que le diga lo especial que es
Y que la abrace en el momento adecuado

Ella
Que lee al igual que respira
Que siente la música con certeza
Que llora solo cuando esta sola y en silencio
Que pasa desapercibida como los espíritus
Que observa a la gente con añoranza

Ella
Que se automargina por no encajar en la sociedad
Que no se acerca a ti por miedo a asustarte
De como ella es en realidad
De que veas esa oscuridad

Ella
Que es frágil como el hielo
Pero fuerte como un roca
Que esta llena de oscuridad y soledad
Pero deseando proporcionar luz a cualquier ser

A ella
Que solo la llenan los buenos libros
De momento
Que tiene miles de poemas
En su carpeta roja de charol
Debajo del cojín de su destartalado sofá

Ella
Que tiene un gran talento para sentir
Y plasmarlo en un trozo de papel arrugado
Que solo habla a través de las letras
Como los niños con los dibujos

Ella
Que no necesita lujos ni diamantes
Porque eso la aburre
Que solo busca lo que le gusta
La sencillez y la honestidad

Ella
Que te enamora sin mediar palabra
Solo con la mirada
Pidiendo a gritos silenciosos
Que le des tu mano y no la sueltes jamás


Jamás


                                                                                                                 Aida Santos Parra

domingo, 3 de agosto de 2014

CIELO


CIELO

Para mi el cielo
no solo tiene tonalidades azules
Puede ser negro,verde e incluso
transparente.

Porque hay veces que me siento oscura
Otras repulsiva
Y otras en las que no siento nada

Podríamos llamarlo el calendario
de los colores.
O la alarma de la muerte llamando
a la puerta.

No sabría describir el millón de colores
que he visto.
Unos tan maravillosos
y otros tan aterradores.

Podría decir que el cielo se
me ha caído encima.
Que se ha enladrillado sin mi permiso
pero si con el de las decepciones.
Dejando solo ver colores oscuros.

Solo desprendiendo olor a humedad,
a sitios bajos sin respiradero.
Que no dejan ver el Sol.

Brillan los demonios
que a las hadas han raptado.
Protegen las murallas
que los mantienen vivos.
Mi desesperación los alimenta.

Encerrada sin colores que deslumbran.
Da igual hacia donde corra.
Todo es gris y negro.
No hay variedad.

Solo hay dos opciones.
Sopesadas todos estos años.
¿Cuál elegir?
Rendirse y vagar.
O atisbar a la esperanza.

Te reniegas a creer en la salvación.
Muchas decepciones.
Mucha desconfianza.
No existen los príncipes azules
que salven a princesas oscuras.

Te haces amigo de la oscuridad.
Que te envuelve en su manto de consumismo
Te olvidas de que existe otra salida.
Te olvidas de quien eras.

Debo admitir
que ya no me duele nada.
No siento.

Cierro los ojos
y me dejo llevar.
Por los ríos de sangre del esfuerzo.
Tic tac.
Demasiado tarde.

El cielo se despeño.


Aida Santos Parra