SONRISA
He escuchado hablar de tu sonrisa.
Es una leyenda que ha dado la vuelta al mundo.
Que ha recorrido distancias incalculables.
La gente se paraba a escuchar
a los antiguos juglares.
Que decían que tu sonrisa
un hechizo era.
Con un simple gesto ablandabas el corazón más duro.
Hacías que el mundo cayera a tus pies.
Con esa sonrisa que encandilaba cualquiera.
Pero supongo que sólo es una bella historia
que no tiene ni pies ni cabeza
Pero supongo que está bien creer en los milagros.
En los dulces sonrisas
Y en las miradas sostenidas de los enamorados.
En las cartas a mano extendida y largas.
Por mi corta experiencia
he podido comprobar
que hay miles de sonrisas diferentes.
Sonrisas para el amor.
Sonrisas para la felicidad.
Sonrisas para la tristeza.
Sonrisas para el mal de amor.
Sonrisas para la nada.
Hay miles de diferentes.
Todos tuyas,
todos nuestros.
Cada uno decide el momento adecuado para sacarla.
Y he podido comprobar que aquella leyenda
es verdadera.
Pero no en una persona
sino en decenas de ellas.
Tú no eres el único que puede lanzar hechizos
sino todos los que tengan un motivo para sonreír,
Puedes tener una sonrisa encandiladora
pero si no viene del corazón,
no vale nada.
Y ahora entiendo porqué eres tan irresistible.
Todos tus sonrisas venían del fondo de tu corazón
Lo dabas todo en ellas.
Y seguramente cualquiera se habría vuelto loco por tu sonrisa.
En cualquier siglo.
En cualquier momento.
Aida Santos Parra