domingo, 30 de noviembre de 2014

SUPONGO

SUPONGO

Supongo que un día tienes que levantarte
Limpiar la taza de café medio vacía
y hacerte la cama.

Seguir esperando a que el cartero
no vuelva a equivocarse con el periódico,
y así dejar de leer los del vecino.

Supongo que algún día
tendré que rehacer el desorden de mi oscuridad
Matar las furias de la noche
y la soledad de mis días.

Supongo que si un mañana certero existiera
las golondrinas no emigrarían.
Que si decidiera acabar de leerme a Tolstoi
sabría lo que duele la desesperación
de un final sin ti

Supongo que sin tu espalda
no existirían los sonetos
y que sin un latir
los decibelios morirían.

Porque solo el hecho de suponer
es plantearse un día mas,
uno lluvioso
o sin nubes.

Porque supongo  que estar encerrada en mi torre de papel
rodeada de horas sin sentido y
de poemas arrugados a los pies de mi cama
hace que mis lagrimas no existan.

Suponer por suponer es un laberinto,
pero supongamos que yo nunca he sido igual que el resto.
Entonces si seguimos suponiendo
solo queda suponer que te quiero.

Tengo una teoría,
si yo me pierdo en la oscuridad y
tu me buscas,
prometo dejar que me cojas la mano.

Supongo que la oscuridad no te da miedo
porque entonces no aguantaras a mi 
despistado cartero,
ese que pica dos veces pero jamas 
se le ve el pelo.

Supongamos que tu me sostienes,
y si te cansas te relevo
pero yo no puedo prometerte una salida
sin miedo.

Las luces me dan miedo
y si suponemos que vivo en penumbra
ya no queda vela en velo,
haz que tu aliento me guíe
y yo supondré que puedo volar.

Supongo que todavía no lo he dicho,
pero la locura reina en mi reino.
Acostúmbrate a escuchar a 
pájaros mudos
 porque solo se oyen si te acercas a mis muros.

Supongamos que te marchas sin decir adiós,
los leones de mi corazón
te matarían a medio camino,
Supongo que te quedas a menos que
las muertes desdichadas sean tu epitafio de vida. 

Supongamos que te leo entre acordes de mi
no hay lunares tan imperfectos como
los que se supone que tu alma
tiene grabados a fuego.

Si las suposiciones te desesperar
espero que te supongas que yo,
consecuentemente,
te matare a versos.

Supongamos un invierno sin cesar,
tu sobre la nieve
 yo sobre el alfeizar de tu esternón.
Dime si las tormentas matan
porque las lluvias calman
mi remolino de suposición.

Hay vida después de un suponer
y supongo que tu le das cuerda
a mis cúmulos de estrofas sin sentido.

Supongamos que te ato
y supongo que te quiero.

Tú supones que te quedas y 
así mis latidos lanzan desde el ático de tus dedos.

Vivir entre suposiciones,
supongo que es un revuelo.

Aida Santos Parra

sábado, 22 de noviembre de 2014

YA NO TE BUSCO

YA NO TE BUSCO


Y el dolor te consume,
mata a recuerdos tus miradas,
esas que traspasaban mis murallas.

Y tus caricias siguen presente en mis versos,
besar ya no significa lo mismo.

Y jamas te pedí la luna,
ni tan si quiera una estrella.
Te quería a ti.

Y me queme,
me queme como Ícaro,
siempre volando tan cerca del sol.

Llevo cicatrices en el corazón,
por alguien que ya no merece mis suspiros.

Metí tus mentiras en una botella,
y las lancé.
Entre lágrimas y dolor.
Ahogándote en la profundidad,
de un mar nocturno.

Y ahora,
aprendo a caminar.
A levantarme sin necesitarte.
Le daré un nuevo significado al anochecer.
Lo dedicare a consumirme entre versos.

Y eche la llave de agrietado a volar,
ya nadie la encontrara.
No existe amor certero que consiste
a esta torturada poeta.

La oscuridad es mi musa y poeta,
ahora el camino sera solo mio.

Me esperan mis moños sin retocar,
risas sin dueño.
Sudaderas grandes sin olor a añoranza.

Y no me equivoco cuando digo
que no encuentro la salida.
Pero que caminar sin mas ya es parte
de mi historia.

Las despedidas se quedaron enterradas junto a ti,
ya no creo en nada que no sea mis letras.


Y ya no te busco,
ahora me busco.

Y si lo consigo,haré la tierra temblar.

Os lego un beso desde la profunda oscuridad.